TECHDENCIA 01
Cloud Sustainability

Cloud Sustainability

Los incendios forestales descontrolados, las olas de calor batiendo récords, las tormentas e inundaciones, han hecho que muchas compañías tomen conciencia y prioricen dentro de sus planes estratégicos la reducción de emisiones y gestión sostenible de sus procesos. Muchas empresas son una mezcla de servicios digitales y presenciales y, cada vez más, proliferan aquellas donde su producto es 100% digital. Pero… ¿Cómo se crea un producto digital sostenible? 

Aunque un producto digital o una simple web no es un coche y no tiene tubo de escape, es un error pensar que no tienen impacto sobre el cambio climático. Por ejemplo, una búsqueda en Google corresponde a 0,2 gr.; un vídeo de YouTube de 10 minutos en calidad media (no HD), 1 gr.; almacenar un correo durante un año (1MB), 10 gr. 

Aisladamente no parece demasiado, pero cuando lo ponemos en escala: 6.000 millones de búsquedas al día en Google, 1000 millones de horas diarias de vídeos de YouTube (datos del 2017)… vemos que los números se disparan y todo a golpe de dedo.

Todo este CO2 está relacionado solamente con la generación de la energía necesaria para ofrecer estos servicios. No hablamos, por ejemplo, de la huella de carbono de la fabricación de los servidores y otros elementos de infraestructura, que eso sumaría mucho más. Actualmente, entre el 6% y el 9 % de la energía consumida es por empresas tecnológicas. Y se estima que para 2030 llegaremos al 20%.

Si bien es verdad que Google Cloud es la nube más limpia y Google lleva siendo carbón neutral desde 2007 (siguiente paso: 0 emisiones), no podemos dejar de pensar que los datos del estudio nos indican que el uso de Internet ocasiona un gran consumo de energía, lo que potencialmente genera CO2.

Como vemos es un problema muy serio, pero a pesar de todos los esfuerzos e iniciativas que se están realizando, existen barreras que impiden que se materialicen y se logre una sostenibilidad real. Entre los principales escollos nos encontramos: falta de inversión en la tecnología adecuada, enfoque prioritario en el crecimiento y beneficios, falta de presupuesto, falta de incentivos regulatorios, falta de comprensión y/o educación… entre otros.

Todo esto hace plantearnos cómo podemos ayudar. Por ejemplo, como usuarios/as:

  • Reducir la calidad de los vídeos que visualizamos en cualquier plataforma de streaming.
  • Hacer limpieza de datos de servicios que tenemos en la nube, como el correo electrónico.
  • Alargar la vida de nuestros aparatos electrónicos lo más posible o ir a mercados de segunda mano.

Pero no solo esto es suficiente, ya que muchos de nosotros/as no tenemos poder de decisión a la hora de usar la nube para la ejecución de nuestras cargas de trabajo, aquí tenemos 5 puntos para reducir la huella de carbono cuando usamos Google Cloud:

  • Seleccionar una región con bajas emisiones para desplegar tus aplicaciones: si vas a ejecutar una aplicación “over time”, te recomendamos ejecutarla en la región con el % de CFE más alto (carbon free energy percentage), ya que emitirá las emisiones de carbono más bajas.
  • Establecer políticas de organización para low carbon locations: aplicar la política «Resource Location Restriction» a «low carbon» para restringir ubicaciones con bajo impacto de carbono.
  • Revisar las horas de ejecución y los entornos inactivos.
  • Diseño de arquitecturas “low-carbon”.
  • Machine Learning al servicio de la sostenibilidad (Active Assistant, Carbon footprint dashboard).
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