En el cambiante entorno del marketing digital se hace cada vez más necesario para las marcas la posibilidad de extraer información con el objetivo de dar una mejor experiencia al cliente.
Con la llegada de los últimos cambios en materia de privacidad y con la futura eliminación de las cookies de terceros, la industria tiene por delante un nuevo reto tecnológico: reinventar la forma en la que se conecta con los clientes. Como consumidores, los beneficios de Cookieless son evidentes: mayor control de la privacidad y evitar comportamientos que a priori podrían considerarse invasivos.
Con el objetivo de ayudar en esta transición, Google trabajó en una iniciativa llamada Privacy Sandbox. Privacy Sandbox ofrece a los anunciantes una forma de mostrar contenido dirigido sin comprometer la privacidad de los usuarios y ofreciendo en todo momento la posibilidad del bloqueo por su parte.
Cookieless también se apoya en tecnologías como ML e IA para crear modelos capaces de predecir y detectar tendencias con una información, en principio, mucho más limitada. En este sentido Google dispone de modelos preentrenados para este fin.
Los usuarios exigen tener mayor privacidad, transparencia y control sobre qué información es usada, y en este sentido la tecnología está evolucionando.